Si tu hijo tiene insulinorresistencia…
Probablemente ya sepas lo que
“hay que hacer”:
comer mejor, moverse más, dormir bien y reducir la exposición a pantallas.
Pero… ¿por qué, si ya lo saben, no logran sostenerlo?
La realidad es que el cambio no sucede solo con información.
Sucede cuando hay acompañamiento, comprensión y un enfoque integral que incluya a toda la familia.
Muchos padres llegan a mi consultorio sintiéndose frustrados y culpables.
Ya lo intentaron todo.
Y aunque saben que la diabetes podría estar a un paso, sienten que no tienen las herramientas para evitarlo.
“¿Cómo hago para que entienda?”
“¿Qué más puedo probar?”
“Ya no sé cómo ayudarlo sin que se sienta mal…”
Lo escucho todos los días.
Y si hay algo que aprendí, es que la culpa NO es el camino.